Author: Nater, Miguel Angel.
Publisher: Editorial Tiempo Nuevo
Pages:45
Los efebos negros es el cuerpo de bronce de un bello joven desnudo (¿Hermes?) cuya mirada apuntala el vacío donde una vez hubo una mano izquierda. Cuerpo hecho de páginas nocturnas, oscuras como el paso sigiloso de la pantera azabache del deseo. Cuerpo “mirado por el sol”, como el de la Sulamita del Cantar de los Cantares. Cuerpo envuelto en el ropaje sombrío de una música doliente que confunde dolores y placeres. (Cuentan los que conocen la tradición hermética, que el mago de todos los tiempos viste de negro, el mismo color de la clámide de los efebos en la Grecia clásica.) Un enjambre de visiones –inquietantes, crípticas, deslumbrantes– se alza en los versos que componen este libro de Miguel Ángel Náter. Escrito tal y como anuncia el epígrafe de Esteban Tollinchi en el poema inaugural, “para sí mismo”, se trata de un texto culto y oculto, que dialoga con un fecundo entramado de fuentes que va de la Antigüedad clásica al siglo XX y su más allá, con una holgura pasmosa. Consciente de su propia hechura, el corpus de Los efebos negros se abre ante el lector del mismo modo en que el Tú poético, destinatario sagrado y sangrado, se abre en el texto: “En mi computadora / se abre para mí tu rostro / […] / seducción de eterno sueño / que tiene desatada en su mirada / la mágica lascivia / de Los efebos negros.” El pulso sostenido de la mirada que propone esta voz poética nos seduce y nos convoca a caminar junto a ella hacia el lugar donde crecen y se pudren los relámpagos, ese jardín extraño donde a ratos se intuye la Belleza, la Poesía, el Arte trascendente. Edgardo Núñez Caballero